Para trabajar este reto he seleccionado una iniciativa liderada por el Ministerio de Educación y Formación Profesional que se presentó hace poco en el Parque de las Ciencias de Granada, institución con la que prácticamente comparto edificio de trabajo. La iniciativa trabaja por visibilizar el talento STEAM femenino y lleva el nombre de ‘Niñas en pie de ciencia’. A ella se han sumado otras organizaciones públicas y privadas, pero es el Ministerio de Educación quien lleva la bandera del proyecto y actúa como agente "emprendedor". El propósito radica en eliminar estereotipos de género asociados a determinadas vocaciones y profesiones, reducir la brecha de género en el acceso a las disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y el empoderamiento femenino en disciplinas científicas desde estadios tempranos de la educación.
El proyecto cruza trasversalmente los objetivos 4 y 5 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible:
- El ODS 4 porque trata sobre educación de calidad, inclusiva, equitativa y que promueva el aprendizaje continuo para todos.
- El ODS 5 porque trata sobre igualdad de género y empoderamiento de mujeres y niñas.
El Ministerio ha realizado una serie de actuaciones para dar a conocer el proyecto, que van desde la creación de una colección de publicaciones de descarga gratuita, hasta un espacio web abierto y compartido de relación con el ciudadano donde se va publicando información y actividades vinculadas al proyecto: informes y estudios recientes, iniciativas inspiradoras, profesionales referentes, datos, agenda de actividades, material didáctico y un sinfín de recursos útiles: http://www.alianzasteam.com/
Considero que es vital que sea el sector público (el Ministerio de Educación, en este caso) quien haya adoptado el rol protagonista e impulsor de esta iniciativa, porque esto hace más viable que el proyecto se acerque a los objetivos que busca de impulso de las vocaciones STEAM en las niñas, porque tanto la sensibilización de la sociedad sobre la importancia de apoyar iniciativas dirigidas a superar la brecha de género en cuanto al desarrollo de las vocaciones científicas como la formación de la comunidad educativa en estos valores (y dotarla de herramientas y materiales actualizados para poder desarrollar su trabajo con eficacia) están en manos del Ministerio. De no liderar la iniciativa el Ministerio, estos objetivos serían francamente difíciles de lograr.
